Una de las satisfacciones más poderosas de nuestra vida, es cuando sentimos esa paz interior. 🧘‍♀️ Esa sensación de que todo está en su orden perfecto, que nada falta, y que nuestro propósito esta encaminado.  🙇 No significa que ya no hay nada por vivir, al contrario, es cuando más disfrutamos vivir, hacemos que cada día cuente realmente, generamos recuerdos y memorias de las vivencias que tenemos diariamente, llenando de aprendizajes, enseñanzas y experiencias cada situación, y lo más importante, disfrutamos los momentos de descanso y relajación que también nos regalamos.  

Pero, la pregunta poderosa sería: ¿Cómo trabajo mi espiritualidad? 

      Tenemos que iniciar explicando brevemente: Qué es la espiritualidad.   La espiritualidad es la vida interior.  Es la forma en que se entiende manera personal el mundo y el universo. Las expresiones y prácticas de vida que alimentan a nuestro espíritu.  La espiritualidad no implica ser religioso.  Es conocer el interior de nuestro ser y estar en armonía con lo que somos. 

    Trabajar en la propia espiritualidad es crear experiencias interiores más profundas, que  conduzcan  a dotar de sentido y propósito a las propias acciones y existencia, independientemente de lo que pase en el exterior, lo que significa aprender como encontrar disfrute en las vivencias diarias, contando con un sistema de valores y el compromiso de aplicarlos.  Nuestra espiritualidad nos permite centrarnos en algo que va más allá de uno mismo,  a trascender.   Una forma de lo lograrlo es desarrollando el  potencial creativo, contemplar la vida y aprovecharla de acuerdo con las propias aspiraciones y convicciones. 

    La espiritualidad tiene que ver con vivir en propósito, y esto no es precisamente tener un propósito o misión de vida,  sino de vivir con tus principios y valores, siguiendo el camino de tus metas y sueños.